martes, 13 de julio de 2010

El mundial

Si hay algo que une a las naciones es el fútbol… Bla, bla, bla… Eso es lo que dicen locutores, periodistas, etc… No digo que no sea verdad, pero siento que es algo más trascendental.
En cada partido que se disputa hay cientos de niños que están viendo jugar a su selección, vibran con ellos, ríen, saltan, sufren igual que los mayores… pero, con otra inocencia. Da igual que sean del país que sean. Cada cual en su situación… en su lugar, lo siente de la misma manera cuando termina el partido.
Los que ganan aplauden, son felices. Quieren emular a los ganadores, sintiéndose tan grandes como ellos. Se miran en sus caras como en un espejo. Los que pierde su país, salen cabizbajos… sintiéndose defraudados, pero en cuanto se juntan unos amigos con otros… Ponen dos piedras de portería sobre el campo y ya está montado su mundial.
Estos choques les hacen querer ser como sus ídolos. El juego les une. Sentir que pueden superarse en la vida. Con el tiempo serán personas más sanas que quizás formen parte de un equipo de fútbol… o de trabajo. Pero, lo más importante… sigue siendo, verlos crecer sanos y felices. Unidos, sintiendo que son un grupo de compañeros en el que ni la situación económica, ni el color de la piel, o las creencias religiosas de cada uno… tiene nada que ver.

No hay comentarios:

Publicar un comentario